Aparentemente, el mundo se
percibe cada vez más denso y los humanos más vulnerables, pero no es así. El
mundo es como siempre ha sido, lo que sucede es que cambia desde cómo lo mira y
vive cada persona.
Lo que es más palpable es la
ambición y voracidad que reflejan un gran número de seres humanos. Lo
espiritual, el amor, la empatía, la humildad, la compasión, la bondad han
pasado a un segundo plano. El ego ha hecho un trabajo arduo para que algunas personas
basen su vida en él y la simplifiquen en dinero, poder,
bienes, coches, fama o prestigio, imagen perfecta y un inmenso número de
seguidores en redes sociales. Todo esto ha provocado una fuerte contaminación a
la esencia de la vida, bajar la frecuencia energética, diluir la fe en lo
mundano y traspapelar el amor en lo material.
Las personas que basan su vida en
el ego, son infelices, vacías de sentimientos puros, nada les satisface. En
lugar de enfocarse en sí mismas, les es más fácil fijar su mirada en los demás.
Pero no solo eso, procuran contaminar también a quienes ven felices, con éxito,
con brillo o simplemente llevando su vida con amor. Tristemente, logran hacerlo
al desearles el mal, hablar en su contra, boicotear, provocar conflictos o
enojos y bajar la autoestima a quienes las rodean. Estas personas son conocidas
como “personas tóxicas” y lo que hacen se resume en una palabra “envidia”,
porque no soportan ver el bienestar de los demás. Se encuentran en los lugares
de trabajo, el condominio donde vivimos y, peor aún, en la propia familia o círculo de amigos.
Nosotros los ángeles, en
especial, Arcángel Geuhdiel (convierte las envidias, las combate), queremos
transmitirte un mensaje para que tú, que eres un ser de luz, un ser que vive en
el amor, un ser de Dios, logres desintoxicarte de la energía negativa que logra
afectarte por esas personas que te asechan constantemente. Las personas tóxicas
no desaparecerán, pero sí puedes protegerte de ellas.
1. Refuerza
tu fe cada vez que sepas o escuches que alguien hizo un comentario en tu
contra. Hazlo haciendo una oración mentalmente, la que tú quieras, con la
convicción de que te limpiará y protegerá.
2. Guarda
silencio. No te defiendas con palabras o enfrentes a tu agresor, porque le
darás más fuerza y aceptarás lo que dice. En lugar de eso, invócame para
pedir ayuda: “Arcángel Geuhdiel, te invoco y te pido ayuda para que la
envidia de ...(nombre de la persona) no me afecte, se elimine de mi campo
energético, lo envíes a la luz de Dios y me llenes de tu luz y de amor de Dios,
para mi mayor y más alto bien. Gracias, hecho está.”
3. Donde
estés, prende un incienso de copal o rosas para limpiar tu energía y disipar la
negatividad que se te envió.
4. Cierra
tus ojos un momento e imagina que un óvalo color dorado baja del cielo y te
envuelve por completo. Después imagina que, de igual forma, un cilindro gigante
color rosa te envuelve, pidiendo al mismo tiempo, que tu ángel de la guarda te
proteja y aleje de las personas tóxicas (y de esa en particular que sabes que
habla mal de ti).
5. Pídele
al ángel de la guarda de la persona envidiosa que la abrace y la mantenga
calmada hacia ti, mándale una bendición y luz (porque es justo lo que les hace
falta).
6. En
tu lugar de trabajo, coloca frente a tu escritorio un vaso de vidrio con agua
para que absorba la energía negativa (ésta se llenará de burbujas cuando te
limpia, tírala al escusado al final del día, por ningún motivo la bebas).
7. Coloca
objetos en tu oficina o casa que ayudan a absorber y limpiar constantemente las
envidias, por ejemplo, los ojos (ya sea en pulsera o adorno), manzanas, plantas con hojas anchas, tipo pothos (en interiores no pongas cactus), cuarzo rosa, incienso y de
vez en cuando, rocía con agua bendita.
8. Si
la envidia es muy fuerte, no te sientes bien, no fluye tu situación de vida, te
pasan muchas cosas malas, se te descomponen varios aparatos eléctricos, etc., contacta a una persona profesional para ayudarte
a limpiar tu energía. En este caso, un angelólog@, un terapeuta de Reiki o un
sanador@ de luz.
Por más que lo negativo/oscuro te
trate de persuadir y casi te haga caer, recuerda que tu luz es única, la fe es
tu salvación y los Ángeles existimos para ayudarte en cualquier momento que
nos necesites, no nos molesta, al contrario, es una bendición y honor poder
servirte.
Que Dios te bendiga.
Los Ángeles
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